Migajitas.
Una frase, una palabra, un sonido, una llamada,
no son suficientes
para alimentar este sediento corazón, pero yo me conformo con tener esas
migajitas de tu amor.
Una caricia, un suspiro, un piropo, un halago, una mirada,
me están hablando de ti,
me dicen que me estás queriendo sin querer y por eso me das
migajitas de tu amor.
Y yo tengo la esperanza
de algún día conseguir algo más que
migajitas de tu amor.
Quiero un pan entero de abrazos y besos salidos del horno de tu cuerpo.
Mari Cruces de la Flor Gallego.
CACHITOS DE VIDA, LIBRO LIBRE.
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