Como todos.
Desde lo insondable,
desde el abismo
y la oscuridad,
desde el olvido,
desde la duda existencial
a ti te escribo.
A ti que no puedes escucharme
pero estás ahí, perseguido,
esclavo como yo
de las sombras,
de los giros del destino.
Quisiera liberarme
de los yugos infinitos
que me oprimen,
del dolor de sentirme
un ser con miedo
como todos los seres.
Lo desconocido es sólo un paso,
pero ese paso...
ese paso es imposible
para mí, estatua
inamovible.
Desapareced, fobias,
idos,
algún día os venceré,
estoy segura,
pero vendrán otros miedos,
distintos, que tendré
que afrontar
con fuerzas renovadas.
Mari Cruces de la Flor Gallego.
CACHITOS DE VIDA, LIBRO LIBRE.
